Por una parte, el descenso de peso ayuda a controlar la diabetes. Pero las cirugías metabólicas producen un profundo cambio en las hormonas intestinales, que actúan directamente sobre el páncreas, el hígado y el músculo. Esto es responsable de que muchas veces se suspenda toda la medicación de la diabetes (incluida la insulina) el día siguiente a la operación.